Delirios Varios
▼
sábado, 3 de marzo de 2012
"Civiles y militares", de Horacio Verbitsky
Otra interesante y muy documentada narración de nuestro pasado reciente.
Cuando murió Alfonsín, miles se volcaron a despedirlo y a mi no se me movió un pelo.
Este libro me recordó por qué: en esa época todos los días los que nos interesábamos por la política veíamos como se transaba una y otra vez con los militares corruptos y asesinos. Desde los discursos y desde los hechos. Alfonsín era un maestro del Newspeak orwelliano, diciendo cosas tan ambiguas que todos quedaban conformes, mientras se accionaba por los Puntos Finales, Obediencias Debidas y demás linduras.
En esa época no registraba el papel de Jaunarena, al que aprendí a detestar luego por su discurso infame. La documentación de la época me hizo sentir que no estoy tan equivocado sobre la persona.
Aunque no exento de críticas, yo tengo una visión más positiva de Alfonsin.
ResponderBorrarAhora bien, a pesar de que la prensa transmitía otra sensación, a su despido fue muy poca gente. Yo dudo que hayan llegado a mil.