Ayer leí en el blog Ensayo y error de Valeria Román de Clarín la entrada El obispo, el mono y el bulldog.
Pensé que era sobre la campaña y los problemas del PRO en elegir candidato a presidente, pero no.
La parte principal dice los siguiente:
El acalorado cruce de comentarios sobre el aborto legal y seguro me recuerda al debate sobre la teoría de la evolución en el siglo XIX. El naturalista británico Charles Darwin publicó su teoría en 1859. El primer día que salió a la venta se compraron 1.250 libros y la polémica que se armó fue muy tensa.
Darwin había publicado evidencias científicas que demostraron que las especies cambian a lo largo del tiempo y que los simios tuvieron antepasados en común con los seres humanos.
Hay una metáfora anglosajona que dice más o menos, refiriéndose a las falsas analogías, "estás comparando manzanas con naranjas".
La idea es que las dos son frutas, pero ahí se acaba la similitud.
El artículo empieza con una analogía (de orden personal, debido al adecuado "me recuerda") entre dos debates, el de la evolución a fines del siglo XIX y el del aborto a principios del siglo XXI, que no tienen en común más que son debates y son acalorados.
Pero vamos por los temas de fondo primero.
La comunmente llamada "teoría" de la evolución no es tal. La evolución es un hecho científico, comprobado por el registro fósil y la observación directa de fenómenos evolutivos.
Si bien en la época de Darwin esto no era tan así, lo que él propone no es "la" teoría de la evolución, sino "una" teoría de la evolución, para explicar los mecanismos de la misma.
¿Cuál es la diferencia?
Usemos una analogía: que el sol sale todas las mañanas es un hecho científico comprobable. Ahora bien, yo puedo hipotetizar que se debe a que el Sol gira alrededor de la Tierra o a que la Tierra gira sobre su eje. Esas son dos teorías que explican los mecanismos del hecho científico de que el Sol sale a la mañana.
Ambas teorías pueden ser refutadas por medio de la observación astronómica. Una de las dos fue contrastada a favor con las observaciones tantas veces que a su vez se ha vuelto un hecho científico: la Tierra es la que gira.
Darwin lo que hace, entonces, es arriesgar una hipótesis de como es que funciona el hecho científico de la evolución. El propone, específicamente, un modelo de cambio al azar y selección natural para adaptarse a las condiciones locales. Esta es básicamente la teoría darwinista de la evolución, que por pereza convertimos en teoría de la evolución y así terminamos confundiendo el hecho (la evolución) con la teoría (el mecanismo darwinista de cambio aleatorio y selección natural).
Esto es básicamente donde estamos parados hoy. Existen teorías científicas de la evolución diferentes de la de Darwin, en su gran mayoría superadoras, como sucede con la "evolución" dentro de las ciencias.
¿Quiénes se opusieron a Darwin en su momento? Bueno, es evidente que muchos religiosos, pero la mayor oposición no vino de la iglesia (o las iglesias), sino de los mismos científicos de su época. Algunos porque rechazaban la evolución in toto, otros porque adherían a otros modelos evolutivos (lamarckianos, por ejemplo).
Lo mismo pasó con Galileo: por más que se ponga a la Inquisición como los malos, ellos sólo fueron los ejecutores de lo que pedían los colegas de Galileo (hay que notar, sin embargo, que en esa época la "investigación científica" no existía como tal y que los eruditos en todos los campos eran casi todos eclesiásticos. No se puede meter nuestro modelo con calzador en el pasado sin deformar el contexto).
¿Por qué se hace tanto hincapié, entonces, en los religiosos que se oponen/opusieron a las ideas científicas? Arriesgo dos razones: detenta(ba)n mucho poder sobre la opinión popular y sus fanáticos eran un blanco fácil de rebatir sin esforzarse intelectualmente, ergo, excelente material de propaganda de la ciencia (la propaganda tiende a simplificar las cosas para volverlas fácilmente digeribles, sin importar mucho si la verdad sale mal parada del intento).
Hoy por hoy, muchas religiones aceptan la evolución como un hecho, dejan la discusión de los mecanismos a los científicos (muchos de ellos religiosos, laicos y de los otros) y se dedican, en su gran mayoría, a discutir la metafísica del asunto, que es su campo.
Hay fundamentalistas que siguen negando los hechos, pero de ese tipo de gente hay en todos lados.
Así, el religioso (occidental y judeo-cristiano) puede preguntarse con toda propiedad cuándo (en qué punto de la evolución desde el primate primordial) el hombre recibe el alma y se vuelve, entonces, un sujeto de la "gracia divina".
No es un tema menor, ya que en esta pregunta metafísica reside mucho de la ética de nuestra cultura. Pero no es una pregunta científica.
Y acá es donde entroncamos con el debate sobre el aborto.
Se confunde un debate sobre un tema eminentemente científico con otro sobre ética.
Es más, la analogía en sí sugiere que hay una posición "científica" sobre el aborto y otra "religiosa" (en realidad, más bien "oscurantista"). Esas asociaciones simples, como decía antes, refiriéndome a la propaganda, funcionan en desmedro de la verdad. De hecho, son el material básico de la propaganda, pero ese es otro tema.
Sobre el tema del aborto hay dos preguntas científicamente válidas, pero engañosas en cuanto a sus consecuencias.
La primera es, ¿dónde empieza la vida?
La otra es, ¿dónde empieza la conciencia?
Son preguntas que no tienen respuesta clara y que están en los límites de la ciencia con la metafísica.
¿Tiene vida un prión? ¿Un virus? ¿Un óvulo fecundado?
Depende de dónde uno se pare, la respuesta para las tres puede ser si o no. Uno puede argumentar que, por ejemplo, un virus tiene vida al ser un organismo autónomo, mientras que un óvulo fecundado tiene vida en el mismo sentido que la sangre o las uñas, como parte de una entidad mayor, pero al no ser autónomo, no está vivo per se.
¿Cuándo empieza la conciencia?
Acá el asunto es más difícil aún: ¿nos volvemos totalmente deterministas (fundamentalistas científicos, me atrevería a decir) y consideramos que la potencialidad del individuo está absolutamente contenida en la mezcla única y prácticamente irrepetible de los genes del padre y de la madre en el óvulo fecundado? ¿O determinamos que la conciencia debe ser considerada otra cosa y depende de la capacidad de tener "conciencia de sí mismo", algo que se desarrolla a posteriori? ¿O suponemos conciente al ser vivo capaz de sufrir?
Mientras tanto, el gran dilema religioso es similar al de la evolución: ¿Cuándo entra el alma al cuerpo? ¿Cuándo se fecunda el óvulo? ¿En algún momento en el proceso embrionario? ¿Cuándo es bautizado?
¿Qué nos queda entonces, cuando en realidad la ciencia no aporta una respuesta, porque virtualmente el tema está fuera de su campo y se convierte en un problema ético?
Simple: tratar el debate como lo que es, un debate sobre ética.
No es un debate sobre hechos o teorías científicas, si no un debate sobre posiciones personales, éticas y morales.
Si hay algo que le hace mal a la ciencia y a la aceptación y uso popular del método científico es que la utilicen como argumento de autoridad en campos que le son ajenos: "es así porque la ciencia lo dice" es tan nefasto como "es así porque mi libro sagrado lo dice", o "es así porque Dios me lo dijo al oído".
Sí se debe aplicar la lógica al debate. Sí, hasta donde es posible, el método científico, que permite separar la proverbial paja del trigo.
Mi posición respecto al "debate sobre la evolución" me parece que es clara: estoy del lado de lo que se puede comprobar científicamente.
Mi posición respecto al aborto es simple: no estoy en contra.
Soy agnóstico, así que no suelo "creer" en las cosas. No tengo claro dónde empieza la conciencia, dónde la vida, dónde la responsabilidad de los unos por los otros.
Si tengo claro que todos los años muchas mujeres (y niñas) abortan en condiciones deplorables, con riesgo de su vida.
Así, aunque muy en el fondo no puedo dejar de ver el aborto como un asesinato, no creo que las prohibiciones sean la solución de nada, sino la educación. Pero para que la educación haga efecto hace falta primero contener el problema concreto hoy.
Hoy hay violaciones.
Hoy hay embarazos peligrosos para la madre.
Mientras como sociedad no resolvamos esos problemas (cosa que tal vez nunca podamos), no podemos darnos el lujo de tomar ciertas posiciones éticas mientras gente inocente (mujeres) muere.
Soy brutalmente pragmático con esto, aún contra lo que siento directamente como "lo correcto".
Ariel.
ResponderBorrarAccidentalmente borré tu e-mail. Gracias por tu corrección.
Saludos cordiales.
Leo
Ariel, te envio este mensaje que es una contestación a tu entrada a ensayo y error. la autora de ese blog no me permite publicar (será que tengo muchas faltas de ortografía).
ResponderBorrarEstimado Ariel,
Como bien dijiste en tu entrada es obvio que no leíste todo lo que dice aquí –no te culpo-
1- Ciencia- No opongo ciencia con religión, no reniego de la ciencia ya que, como muy perspicazmente acotaste, convivo con ella, o con sus aportes. A lo que me opongo es a las pretensiones de querer explicarlo todo por medio de la ciencia y a quienes por creer tener explicaciones científicas que contradicen dogmas religiosos, desprestigian la Fe –caso concreto de quien introduce el tema pretendiendo dar crédito a una teoría desacreditando a quien en su momento se opuso-. La ciencia va a dar explicaciones de las cosas que pueda demostrar, pero lo que no pueda demostrar, no lo puede negar, no es ético.
2- Evolución- Creo haberlo puesto antes, pero va para vos. Es evidente que hay evolución, un animal evoluciona para adaptarse a su medio –como las polillas británicas-, lo que no es evidente y con lo que la ciencia no cuenta es con los datos para afirmar que entre el chimpancé y el hombre hay un ser en común. Hay un cambio ontológico que no solo no existió sino que no se puede demostrar. Hay registros fósiles de millones de años, sin embargo el dato que necesitamos para poder unir esa cadena entre el simio y el hombre, no existe. Y los científicos afirman que no es un dato antiguo. En resumidas cuentas se creó una teoría –absolutamente válido-, pero antes de poder contar con todos los datos para deducir afirmaciones, se creo un sistema, y se lo sostiene a la mejor manera de un dogma religioso –que tanto critican-.
En todos los comentarios de los evolucionistas que entraron a este blogs, se da por resuelto que la teoría de la evolución esta probada. Yo, como soy un ignorante, lo único que pido es que alguien me argumente. No lo creo, no lo veo, entonces para mi es mentira.
3- Solución concreta con los abortos: buscar las clínicas clandestinas, y sancionarlas y castigar como prevee la ley a quienes hacen esos abortos. En definitiva, perseguirlos como persiguen al comerciante que tiene un bolichito y se rompe el tuje laburando, y lo dan vuelta para que tenga “todo en regla”. Claro que esto implica un cambio drastico de política. Para mi el asunto –más allá del tema moral, y en el cual utilizan a las personas que están de acuerdo con el aborto como carne de cañón- pasa por legalizar un gran negociado. Por que creemos que si es un negocio clandestino, no lo va a ser cuando este blanqueado. No nos chupemos el dedo.
Otro dato en los países que se legaliza automáticamente sube el número del abortos.
Como ya dije antes el proyecto de ley es inconstitucional, pero aparte se apañan en un artículo que es la excepción de una ley –hay que leer todo el capítulo-, y en donde lo que hay que actualizar es ese artículo en consonancia con toda la ley.
Lo siento, tu post es demasiado pesimista, pero estoy de acuerdo en que las prohibiciones no sirven para nada. Nunca. Sin embargo, la educación es el camino más difícil, sobre todo todo en este mundo del siglo XXI donde hay más interés en mal-educar con la tv basura que en educar de verdad. Y sí, matar es siempre un asesinato.
ResponderBorrarUf... cómo resumo...
ResponderBorrarEVOLUCION: El concepto "La supervivencia del más apto" no explica por qué el mundo está lleno de pelotudos, salvo que, como en la Era del Hielo, los estúpidos sean los más aptos para sobrevivir. El pulgar del panda, de Stephen Jay Gould, es un libro ameno que puede aportar mucho a los interesados en la relación ciencia - ética - religión.
ABORTO: La mayoría de las personas no mataría a una gallina con sus propias manos, pero si se le cae media docena de huevos al piso simplemente putea y vuelve al almacén. Una cosa es talar un árbol y otra pisar una semilla. No obstante, ante la eventualidad de un aborto, la decisión suele ser una cosa muy personal, y a veces opuesta a los conceptos que uno creía tener establecidos. Creo que lo más razonable sería la posibilidad de abortar legalmente. Después de todo, no hablamos de "aborto obligatorio", y cada uno podría hacer lo que le parezca mejor.
LEY: El aborto es considerado delito en el código penal, pero hay excepciones
"El aborto practicado por un médico diplomado con el consentimiento de la mujer encinta, no es punible:
1) si se ha hecho con el fin de evitar un peligro para la vida o la salud de la madre y si este peligro no puede ser evitado por otros medios;
2) si el embarazo proviene de una violación o de un atentado al pudor cometido sobre una mujer idiota o demente. En este caso, el consentimiento de su representante legal deberá ser requerido para el aborto."
Obviamente el Código lo considera un delito gravísimo, ya que está, en los delitos contra la vida, inmediatamente después de los homicidios, y hasta se lo reprime en grado de tentativa... salvo en el caso de que la propia mujer lo haya intentado. Creo que el Código tampoco está muy seguro de lo que hay que hacer. Tal vez porque, pobrecito, tiene 90 años.
EDUCACIÓN: La convivencia en un mismo territorio de prácticas tan pro-ignorancia como el peronismo y la iglesia católica conspiran contra el buen resultado de nuestras intenciones. Si unos leyeran o se informaran un poco más y otros miraran menos a los chicos rubiecitos, que son tan bonitos...
DIOS: La próxima vez que me hable al oído no le voy a dar pelota.
Me seguís sorprendiendo, Ariel. ¿De dónde sacás tiempo para averiguar todo lo que tenés que saber para escribir estas cosas? No serás muchos tipos distintos, no? Porque Dios me dijo... ah, no, perdón.
Abrazos.
No es que averigüe mucho, sino que lo que digo lo digo con autoridad y la gente se lo cree :)
ResponderBorrarNada raro, Tuqui. Simple avidez lectora. Así como hablo mucho de estas cosas, tengo enormes lagunas en otras áreas, como música, de lo que me fascinaría saber mucho más.
Secundo tu recomendación de Stephen Jay Gould, que tiene incluso uno de sus últimos libros dedicado exclusivamente al tema Ciencia vs. Religión (no recuerdo el nombre del libro, pero puede ser ese).
El último libro de S. J. Gould se llama "God, where are you? (a pain in the ass)", escrito en colaboraciòn con un pastor protestante y una stripper, y se publicó el pasado diciembre (lo acabo de inventar todo, voy a probar con eso de decirlo como si supiera de qué hablo).
ResponderBorrarSe me ocurre que podríamos armar un blog así, lleno de ridiculeces con pretensión de axioma. Lástima que ya me cagó la idea Infobae.
Efectivamente, el título del libro de Gould era “Ciencia versus Religión”.
ResponderBorrarSobre (des)InfoBAE, te recomiendo este post en el blog:
Propaganda de ayer, de hoy y de siempre...