jueves, 25 de septiembre de 2014
La mentira maldita.
Samuel Langhorne Clemens, uno de esos autores más conocidos por sus citas notables que por la lectura de su obra excepcional, dice que le atribuyen a Disraeli la frase: "Existen tres clases de mentiras: mentiras, malditas mentiras y estadísticas".
Hace un tiempo, mientras esperaba que hiciera efecto la anestesia local en el sillón del dentista, escuchaba la radio que el endodoncista eligió para generar un ambiente calmo para sus pacientes sin mayor interés o atención. En un momento aparece un spot de alguna ONG de seguridad vial sobre el uso del casco en las motos.
El spot estaba construido en base a testimonios de supuestos motociclistas que se justificaban por no usar el casco. En su mayoría eran excusas pavotas, pero una me pareció atinada: "No escucho". Luego volveremos a esto.
La pieza terminaba con la siguiente data (tal como la recuerdo): "El 80% de las muertes en accidentes de motos se producen por heridas en la cabeza. Se contabilizan 500 muertes por no usar el casco por año". Descuento que ambos datos son ciertos.
Ahora bien, ¿cómo suenan? ¿No parece que si todos usaran casco habría 500 muertes menos al año?
Pero veamos con un poco de detalle que nos dicen estas estadísticas.
Por un lado, que el 80% de las muertes en accidentes de moto son por heridas en la cabeza. Digamos que tiene bastante lógica que pase eso, considerando la mecánica humana en su variante motoquera en velocidad. Lo que no dice, y es importantes, es si el total de las muertes fueron de motociclistas sin casco: se puede tener casco y partirse la cabeza igual.
Lo que nos lleva a las 500 muertes anuales de motociclistas que no llevan casco. Asumamos que todos murieron de heridas en la cabeza, ¿es un número relevante? Para 500 personas y sus seres queridos, seguro. Estadísticamente, no lo sabemos, porque no conocemos una parte importante de la ecuación que nos clarificaría todo el panorama: el número total de muertes de motociclistas, desde el que podríamos calcular el 80% que muere de heridas en la cabeza y de ese grupo, ahora una cantidad conocida, extraer la relevancia de los 500 sin casco.
Porque, por ejemplo, si el número inicial son 1000 muertes anuales, entonces 800 fueron de heridas en la cabeza y 500 por no llevar casco, con lo que murieron 300 personas con casco puesto de heridas en la cabeza. Con 2000 muertes anuales, pasamos a tener 1100 muertos con casco, contra 500 sin casco. Con 1300 ya tendríamos una pequeña diferencia estadística en contra del uso del casco. Consideremos que el número más bajo a ponderar en el aire, como está planteado el spot, son 625 muertes anuales, porque por debajo de eso ya estarían considerando muertos sin casco por heridas en otras partes del cuerpo, digamos.
Volvamos a la excusa "No escucho". ¿Qué pasaría si se hiciera un relevamiento y resultara que una parte significativa de los accidentes de moto no fatales diera como resultado importante "No lo escuché venir", o "Entró por el punto ciego que tiene este casco"? (Es evidente por qué puse "no fatales" en la pregunta, ¿no?).
Señores publicistas, el impacto de los números puede ser mucho más efectivo si los números son, no sólo correctos, sino también adecuados y contextualizados.
Les dejo la perla definitiva al respecto, del disclaimer de los carteles de Coca Zero (o Light, no recuerdo):
"100% menos calorías en relación con la Coca Cola regular"
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