Artículo 3



NANOTECNOLOGÍA
Los sorprendentes robots microscópicos que salvan vidas
Johnson & Johnson y Apple juntan fuerzas para desarrollar iMmunity, un proyecto para acabar con la dependencia de las vacunas.

Dimitri Iacopodis, encargado de prensa del proyecto conjunto, tiene la difícil tarea de entusiasmar a un selecto grupo de analistas y periodistas con algo que no pueden ver ni sentir directamente. Porque cuando se habla de nanobots, que son apenas manchas amorfas en un microscopio electrónico, sólo quedan los videos y animaciones con música inspirada como medios de difundir el funcionamiento de esas maravillas tecnológicas.
El Dr. Iacopodis de todos modos desborda entusiasmo suficiente como para contagiar a la audiencia y hacerlos sentir partícipes del desarrollo “más impactante en salud pública desde que Pasteur hiciera sus descubrimientos”.
“Los nanobots son una maravilla en sí: autónomos y autorreplicantes (desarrollan los polímeros que los constituyen, y que son similares a los plásticos, a partir de los elementos de su entorno viviente, con lo cual impiden cualquier forma de rechazo inmunológico), se dirigen por marcadores bioquímicos hacia las moléculas agresoras y las destruyen, con una precisión que emula y supera la eficacia del sistema inmune natural”, afirmó como parte de su presentación. Ante las preguntas de los escépticos, puntualizó que, a diferencia del sistema inmune, que “aprende” por ensayo y error, evolucionando por la interacción constante entre amenaza y defensa, los nanobots de iMmunity además de autónomos, son parte de un sistema interconectado que se compone de un banco de memoria global, además del local, y un sistema de inteligencia artificial integrador. Esto permite que cada solución acertada sea compartida por todos los sistemas en funcionamiento, además de filtrada por experiencias pasadas y estrategias de desarrollo específicas de la IA, en lugar del efectivo pero ineficiente mecanismo de la evolución por variación al azar.
Las primeras pruebas con seres humanos están mostrando que la expectativa despertada por el éxito en laboratorio, sobre todo en el tratamiento de enfermedades autoinmunes, estaba más que justificada.
“Estamos a un paso de que incluso las vacunas se vuelvan completamente obsoletas. Una aplicación de iMmunity en la niñez y ya queda el sistema activado de por vida. Estamos a un paso de que la enfermedad tal como la conocemos sea una cosa del pasado”, concluyó el Dr. Iacopodis.
Consultado por los costos, tiempos y accesibilidad prevista del sistema, se mostró totalmente convencido de que habría modelos operacionales accesibles al mercado de salud en menos de diez años, a un costo equivalente al de las vacunas actuales.

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