sábado, 17 de agosto de 2013

"Queimada", de Gillo Pontecorvo. El sutil arte de la traición.

Esta fue la película que definitivamente abrió mis ojos y mi corazón a la política cuando era chico.
A la lucha política, con todas sus miserias, pero, sobre todo, esperanza de cambiar lo establecido y afianzado por tradiciones y relaciones de poder "inamovibles".
Recuerden, el arma más poderosa es la traición. El que sabe usarla, puede conseguir cualquier cosa.