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sábado, 30 de abril de 2016

Un libro del tercer tipo (redux)



He descubierto que son pocas las personas con imaginación que no sean dignas de atención. Sus ideas pueden estar equivocadas, pueden incluso ser estúpidas, pero sus métodos frecuentemente merecen un estudio más minucioso. Hay pocas pasiones honradas que no se basen en alguna percepción de una unidad válida o en alguna anomalía digna de mención.

Stephen Jay Gould, El viejo loco de Randolph Kirkpatrick, en El pulgar del panda, Ed. Crítica, 2007.


Esto decía el bueno de Stephen Jay Gould acerca de un científico muy perspicaz, pero muy equivocado.
Es lo que creo que sobra en Invasores: personas con imaginación y pasiones honradas (o no tanto, dependiendo de con qué vara midamos eso).

Y en Invasores se las toma en serio como personas, porque pueden estar equivocados, pero no dejan de ser lo que son: gente apasionada con imaginación.

Generalmente se encuentran dos tipos de libros sobre "ufología". El primero es el de los fanáticos, los crédulos, los convencidos. Puede que sean hechos con sinceridad o con afán de lucro, pero alimentan un hecho concreto, como es la necesidad humana de completar las líneas de puntos. Esa necesidad de encontrar una explicación, cualquiera, por delirante que sea, llevó al arquetipo del inductivismo popular, Sherlock Holmes, a afirmar "una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad" (extrapolando a la cantidad de fenómenos no explicables de la naturaleza, de nuevo depende de dónde pongamos la vara, esta vez en el espectro de lo imposible a lo improbable). Estos textos se realimentan en una suerte de subconjunto de biblioteca de Babel, donde libros sobre ovnis citan la autoridad de previos libros sobre ovnis, escritos también por convencidos o chantas profesionales. Nada da más autoridad que citar un libro (tómese el inicio y el final de este escrito como ejemplo).

El segundo tipo es el escrito por escépticos. Acá se exponen los hechos, fríos, absolutos. Usualmente con el respaldo de un conocimiento científico por encima del promedio, o la simple lógica, o con la aplicación consciente del método científico con un poco más de rigor que los ufólogos, se destrozan esas teorías, algunas hermosamente elaboradas, que arraigan en la mente de los convencidos. Personas que son arrastradas al papel sólo para exponerlas como ejemplo de insinceridad o de demencia, con la ligera soberbia de la ironía, de la altanería que un conocimiento científico "superior" les provee.

¡Ojo! Que quede claro que no es una crítica a los destructores de mitos inútiles (hago esta calificación porque sobre la utilidad de los mitos en una sociedad se puede debatir largo y tendido), que hacen un trabajo no sólo necesario, sino indispensable para evitar la difusión de modos de pensamiento acientífico que sólo sirven para estupidizar a la gente. Una tarea que se volvería innecesaria con una mejor enseñanza de ciencias en la escuela, que promoviera en todos el espacio para la duda científica y el escepticismo sano que conlleva. Es sí una crítica a su modo de tratar a estas personas imaginativas y apasionadas. Parecen tener más respeto por el chanta que inventa con malicia para aprovecharse de los crédulos que de los que dejan que su imaginación los lleve a unir las líneas de puntos con elaboraciones magníficas.

Invasores es ajeno a esta somera clasificación, es de un tercer tipo: el del contacto directo con las personas, estos alienígenas en la Tierra. No busca ponerlas en ridículo, del que dicen que no se vuelve, si no entenderlas desde sus propias vivencias y desde su entorno. El tan mentado contexto que nos determina o nos libera a todos. Hay historias humanas ahí. Incluso, la de Alejandro Agostinelli, un tipo que sabe más de todo que sus entrevistados, pero los escucha para aprender eso que ellos saben y él no. Con humildad, haciendo que el ridículo que el escéptico profesional mete por la puerta, huya por la ventana ante una humanidad innegable.

Escribo demasiado, así que cierro con la parte que antecede y la que sigue a la cita de apertura:
Es fácil ignorar una teoría demencial riéndose de ella, lo que anula automáticamente todo intento por comprender las motivaciones del hombre que la ideó (...) El tamborilero que es diferente a veces marca un ritmo fructífero.


Este texto es una versión corregida del que fuera publicado inicialmente en el Anuario CDU 2009 y hace muy poco levantó Alejandro Agostinelli en el blog de Invasores.
El e-book de Invasores se puede comprar clickeando acá.

domingo, 29 de julio de 2012

"El Quinto Elefante", de Terry Pratchett



Un pantallazo de la difícil convivencia política en Überwald en un momento de crisis, visto a través de los ojos del Comandante Vimes, el terrier de Vetinari, de la Guardia Nocturna de Ankh Morpork.
Los hombres lobos urden un plan para generar un "nuevo orden" (de connotaciones nazis) aprovechando la posibilidad de una guerra civil entre los enanos, tras la desaparición de un objeto necesario para la correcta implementación de la tradicional transición entre reyes.
Hay algo en lo que escribe Pratchett que podría llamarse "cinismo compasivo ilustrado": siempre que muestra lo absurdo de algo para un observador externo, se toma el trabajo de explicar por qué ese absurdo no sólo es funcional, sino que también necesario para los involucrados.
¿Qué son los objetos sagrados?¿Cómo se construyen las tradiciones?¿Para qué sirven?
No hay muchas respuestas, pero deja abiertos interrogantes mucho más interesantes que los que se pudieran tener antes de leer el libro.

sábado, 28 de julio de 2012

"Carpe Jugulum", de Terry Pratchett


En Lancre se viene la noche. Mejor dicho, se vienen las criaturas de la noche.
Unos vampiros "modernos" y "modélicos" bajan de Überwald para hacer un experimento político en Lancre, copando el gobierno local y forzando un contrato social en el que los humanos cambian seguridad por libertad (algo que nunca ha pasado ni pasará en el mundo real). Pero chocan con la voluntad de las cuatro brujas del aquelarre del lugar (aunque una en aparente retirada y otra ejerciendo de madre primeriza, amén que reina). En realidad, se enfrentan a la voluntad y poder liso y llano de una, la influencia directa en la base popular de otra y la improbable habilidad para seducir de una tercera, todas empujando para el mismo lado.
Yaya, la más poderosa de las brujas de un reino pródigo en brujas, se enfrenta a sus propios temores y hace lo único que sabe hacer: tomar decisiones. Hay una ética pragmática e incorruptible en su accionar que la lleva a superar cualquier obstáculo, del modo que sea.
Contrariamente a otras veces, y a pesar de los errores, la traducción no me disgustó tanto, sobre todo porque me pareció muy divertida la solución para la lengua de los Nac Mac Feegle.
Las novelas centradas en las brujas de Mundodisco suelen ser de las más negras de la saga, tal vez las más cercanas a las pequeñas decisiones terribles de la vida cotidiana, en este caso expuestas en el contexto de una potencial opresión desde arriba.

domingo, 22 de julio de 2012

"El asombroso Mauricio y sus roedores sabios", de Terry Pratchett



Impresionante. A partir de un punto, no pude parar de leerlo.
Parodiando al cuento El flautista de Hamelín, empieza como una aventura con cruza entre fábula de Esopo y el subpueblo de Cordwainer Smith, pero en un punto gira al estilo de Clive Barker y se vuelve músculo puro.
Las tribulaciones éticas y metafísicas de un gato y un clan de ratas que, luego de adquirir inteligencia y habla por comer de un basural mágico, adoptaron un joven músico macho humano para estafar a pueblerinos con el cuento de la flauta mágica, enfrentadas a algo nuevo, terrible y malvado, todo en medio de un entorno referenciado directamente a los hermanos Grimm por la protagonista humana hembra, se convierte en una lucha por la supervivencia del grupo y, como corolario, de la humanidad.
Las transformaciones de los protagonistas, la empatía que generan con su humanidad (y ratidad y gatidad), la minucia política y social embebida en el relato, están escritas con una calidad incomparable.
Empecé pensando que era una excelente aventura infantil. Terminé con un cuento de hadas clásico en las manos, en el mejor sentido de la expresión.

sábado, 21 de julio de 2012

"Robo para la corona", de Horacio Verbitsky




"Yo robo para la corona"
José Luis "Cachetitos" Manzano



¿Qué decir sobre lo que conocemos todos?: que en el gobierno de Menem se peleaban como gatos en bolsa por cada dólar que pudieran afanar.
Tal vez lo más interesante sea, entonces, ver como el hincapié en el tema de la corrupción, curiosamente fomentado desde la Embajada, era usado consistentemente para tapar el verdadero desfalco, el desguace del país por parte de empresarios nacionales y empresas multinacionales, que contaron con facilidades que iban mucho más allá de las coimas y prebendas que ofrecieron.
Obviamente, con el enorme flujo de dinero saliendo del país o re-concentrándose en pocas manos privadas, gracias a personeros y ex-empleados de los beneficiarios, el diezmo se multiplicó en forma directamente proporcional.
Los mecanismos para que todo esto nos pasara por la garganta, desde la construcción del relato neoliberal hasta el sistema de protección jurídica, fueron creados por actores que aún andan dando vueltas.
Lectura indispensable.

lunes, 9 de julio de 2012

"La posguerra sucia", de Horacio Verbitsky



Este libro es una recopilación de artículos de Horacio Verbitsky en los años de transición alfonsinista. Por un lado, me refrescó todos los asuntos por los que me disgustaba profundamente el gobierno de Alfonsín: genuflexión ante militares y los poderes económicos, amén del Newspeak que usaba para hacer aparecer eso como logros en derechos humanos y avance social.
Por otro, en algunos artículos, se ve el por qué se lo debe haber acusado de estar contratado por la Fuerza Aérea: los trata mucho más benignamente que a las otras dos Armas, compra sin cuestionar el mito de "Héroes de Malvinas" y apoya acríticamente la posición de la FAA para la reforma del sistema de Defensa, específicamente en lo que hace a gasto militar. Habiendo escarbado un poco más profundo en el mundillo de la Defensa Nacional, tengo una visión bastante diferente de los aviadores y me sorprendió un poco esa postura.
En resumen, una crónica interesante de una época en que nos descubrimos democráticos.

sábado, 7 de julio de 2012

"Las leyes del caos", de Ilya Prigogine




Ilya Prigogine es uno de los científicos que desde la segunda mitad del siglo pasado está cuestionando la concepción clásica de la ciencia. A pesar de mi interés por la ciencia en general y la epistemología en particular, por alguna (sin)razón nunca había leído nada escrito por él.
Este pequeño libro está basado en una conferencia sobre el caos como principio ordenador del micro y macrocosmos.
¿Caos como principio ordenador?
Si no lo entendí mal, el caos, interpretado a través de matemáticas estadísticas (el libro tiene bastantes fórmulas que me superaron ampliamente), permite unificar diferentes regularidades e irregularidades de la física, desde los cuantos a la termodinámica.
La principal resultante es la inevitabilidad de la flecha del tiempo, que la concepción clásica califica casi de aberración psicológica del observador. Así, las leyes reversibles en el tiempo son parte de regularidades puntuales en lugar de la regla absoluta de la física.

Vivimos en un universo caótico, emergente y contingente. Al que no le gusta, que se mude.

viernes, 25 de mayo de 2012

"¡Voto a bríos!", de Terry Pratchett



Harto ya de las pésimas traducciones, les voy a poner un nombre: Javier Calvo. Es un asesino de libros. No sólo son malas estilísticamente, sino que están hechas con desidia (nombres que se traducen de diferentes maneras, o se dejan sin traducir en algunas partes y en otras no).
Pero Pratchett, poderoso generador de ideas y de humor, atraviesa la barrera del lenguaje de segunda mano (y barato) con una gracia insuperable, producto de unas ideas potentísimas, que van más allá de los juegos de palabras y humor inglés fulminante.
En este libro se la agarra con la guerra y nos muestra todo el absurdo de la demonización de los enemigos y el peligroso juego de los gobernantes que buscan hacer creer que todo lo malo está fronteras afuera.
Los personajes, que pertenecen a la línea de La Guardia, siguen creciendo con una naturalidad espeluznante para un mundo plano que viaja por el espacio a lomos de cuatro elefantes sostenidos por una tortuga.
O será que nada es más absurdo que la vida en este.

domingo, 20 de mayo de 2012

"El vuelo, una forma cristiana de muerte", de Horacio Verbitsky



Este libro tiene un valor documental importante, porque el núcleo es la entrevista a Adolfo Scilingo que permitió el comienzo de los Juicios por la Verdad que volvieron a poner en la agenda de la sociedad el terrorismo de estado del Proceso.
Pero aparte puede ser leído como la entrevista a un tipo común atrapado por la negación y la culpa. O entre la negación y la culpa.
Porque los que torturaron, mataron y desaparecieron gente son tipos comunes al fin y al cabo.
Casi una coda a Eichmann en Jerusalén, un estudio sobre la banalidad del mal de Hannah Arendt, una historia de otro Adolfo que también empieza con el vuelo de un secuestrado en Argentina.

domingo, 13 de mayo de 2012

"Los detectives salvajes", de Roberto Bolaño



Me lo recomendaron por años y por fin le pude poner los ojos encima.
Realmente divertido, con juegos constantes entre lo que puede ser real, lo que puede ser un mito social o grupal y lo que puede ser invento del autor.
Se da el lujo de meter un personaje relatando un cuento de Sturgeon (Cuando hay interés, cuando hay amor) en medio de una trama signada por la (supuesta) erudición del canon y la contracultura de la literatura, sobre todo la poesía, iberoamericana contemporánea.
Funciona como un policial negro y como uno de esos mundos eruditos totalmente imaginarios de Borges al mismo tiempo.
Se disfruta del principio al fin y los personajes principales. Ulises Lima y Arturo Belano, siempre vistos a través de los ojos de los demás (en esto recuerda a El ciudadano de Orson Welles, son realmente humanos.
Lo único que me hizo un poco de ruido, sobre todo al no quedar claro en ningún momento quién es el compilador de los testimonios que van construyendo la historia (aunque Arturo Belano funcione como alter ego del autor y en una única vez uno de los entrevistados se refiera al entrevistador como Arturo), es un cierto machismo que no sé si atribuir a su descripción del entorno, o al autor en sí.

sábado, 12 de mayo de 2012

"Papá Puerco", de Terry Pratchett



A esta altura de las novelas de Mundodisco, La Muerte es uno de mis personajes favoritos. Paradójicamente, porque me parece uno de los más tiernos. Dentro de toda la parodia y la ironía de toda la serie, la incapacidad de La Muerte de entender a los humanos y su tan compasiva falta de toda compasión son refrescantes y esperanzadoras.
Ni que decir del contraste que hace en este libro son el señor Teatime, del Gremio de Asesinos, un psicópata que sería de manual, si no fuera porque da miedo en serio. Sobre todo a los más temibles criminales de Ankh Morpork, que lo auxilian en su plan perfecto para inhumar uno de los más importantes mitos y a La Muerte misma si se interpone en su camino.
Otra vez el trasfondo son las creencias y cómo se afianzan, mutan y desaparecen del imaginario humano, tal vez la idea fuerza de toda la saga.

domingo, 6 de mayo de 2012

"Inolvidables veladas", de Marcelo Cohen



Mucha letra de tango. Mucho experimento literario.
La historia de un tipo al que una corporación lo quiere usar para algo que ni ellos tienen muy claro y realmente no le pasa nada muy digno de notar.
Por suerte, parece que al final se encuentra a sí mismo y la novela no es muy larga.
Creo que con personajes con un poco más de garra, hubiera andado mejor.

sábado, 5 de mayo de 2012

"Pies de barro", de Terry Pratchett


De misterio policial a misterio metafísico sin paradas, burlándose del método deductivo de Dupin, Sherlock y Guillermo de Baskerville. La realidad es algo demasiado complejo como para encomendar el trabajo policíaco sólo a la razón. Hay que gastar suelas (o usar suelas muy gastadas) para resolver un caso (¿o son varios?) que desestabiliza toda la estructura social y política de una ciudad.
No me pareció de los mejores, pero va creciendo a medida que se lee, lo cual ya es un mérito.

domingo, 22 de abril de 2012

"Poderes", de Ursula K. Le Guin



Ursula K. Le Guin tiene muchas virtudes como escritora: crea mundos imaginarios absolutamente creíbles, sociedades con sistemas políticos coherentes, eutopías y distopías falibles, humanos de todas las formas y colores. Personajes de historias todos, desde el individuo hasta la comunidad, y de la comunidad al Ecumen, que parecen haber posado para una pintura realista más que haber surgido de la imaginación de la autora.
En algunos relatos pesa más alguna de las características señaladas, como pueden ser los personajes (o un personaje), sobre la verosimilitud del mundo, y en algunas de sus obras maestras consigue un equilibrio casi perfecto. Pero creo que siempre, en todas sus producciones, se nota un profundo respeto y, en algunos casos, amor por esos seres que sufren las peripecias que ella les impone.
Poderes no es de las obras maestras. Puede considerarse una obra menor, pensada para un público "juvenil" (como comentaba sobre Voces hace un tiempo), pero es tal la densidad del relato, de las transformaciones de la visión del mundo que vive el protagonista, desde su infancia feliz a su iniciación a una dura adolescencia y madura juventud, que realmente supera las otras dos entregas de la, hasta ahora (después de ver como Terramar pasó de 3 a 6 volúmenes, no me atrevo a cerrar el ciclo), trilogía de los Anales de la Costa Occidental.
Los tres libros tienen en común su característica de mostrar un tránsito (¿ritual de pasaje?) de la infancia a la adolescencia en diferentes regiones y países de la Costa Occidental, con esa mirada antropológica aguda heredada de su padre sobre las particularidades de cada sociedad. Creo que en este último alcanzó la madurez del universo que estaba creando y pudo realmente ver con los ojos de sus habitantes.

miércoles, 4 de abril de 2012

"Las piedras falaces de Marrakech", de Stephen Jay Gould


Esta es otra de las recopilaciones de ensayos de Stephen Jay Gould. Como siempre, rinde homenaje a Montaigne como inventor del género y combina en cada uno de ellos algunos temas singulares que le permiten abrir el juego a generalizaciones. No es de sus libros más movilizadores, pero mantiene los ejes habituales (historia de la ciencia, evolución, realidad versus relato, etc.) desde su particular iconoclastía moderada. Muy interesante su relación entre el incendio al que se atribuye ser la causa de la creación del Día Internacional de la Mujer y el darwinismo social (Historia de dos lugares de trabajo), así como las modas también marcan tendencia en las ciencias (La moda de Dolly y la pasión de Luis). Pero todos los ensayos tienen cosas brillantes y sin excepción dejan algo para pensar, precisamente, sobre nuestro modo de pensar.

domingo, 18 de marzo de 2012

"Mascarada", de Terry Pratchett

 
Y ahora, Good Old Terry se mete con la ópera.
Operísticamente, por supuesto. Aunque la trama es un poco previsible, la parodia sigue siendo efectiva. A esta altura de la serie de Mundo Disco, Yaya Ceravieja es un personaje temible y el control que ejerce sobre su poder me parece lo más logrado del libro, aunque ya venía perfilado en las apariciones anteriores.
Algunas cosas ya se repiten un poco, pero me parece que es inevitable, sobre todo si se quiere mantener la coherencia.

viernes, 9 de marzo de 2012

"Bases Para La Estructuracion del Arte", de Paul Klee

 

Mala edición. Sin contexto y sin saber alemán, lo único lindo es ver que esos dibujitos son de Paul Klee.

sábado, 3 de marzo de 2012

"Civiles y militares", de Horacio Verbitsky



Otra interesante y muy documentada narración de nuestro pasado reciente.
Cuando murió Alfonsín, miles se volcaron a despedirlo y a mi no se me movió un pelo.
Este libro me recordó por qué: en esa época todos los días los que nos interesábamos por la política veíamos como se transaba una y otra vez con los militares corruptos y asesinos. Desde los discursos y desde los hechos. Alfonsín era un maestro del Newspeak orwelliano, diciendo cosas tan ambiguas que todos quedaban conformes, mientras se accionaba por los Puntos Finales, Obediencias Debidas y demás linduras.
En esa época no registraba el papel de Jaunarena, al que aprendí a detestar luego por su discurso infame. La documentación de la época me hizo sentir que no estoy tan equivocado sobre la persona.

domingo, 26 de febrero de 2012

"Ezeiza", de Horacio Verbitsky



En estos días que las palabras masacre y tragedia están en los oídos de todos, leer este libro fue una experiencia movilizadora.
Con una excelente documentación, Verbitsky hace avanzar su hipótesis de un modo implacable y convincente, destruyendo unos cuantos mitos por el camino.
Pero lo movilizador no pasó tanto por lo terrible del episodio en sí, como por la increíble repetición de actores en los sucesos terribles de estos días: empresariado y sindicalismo corruptos conspirando contra gobiernos populares, desprecio por la vida humana, contradicciones internas dentro del mismo campo popular, política de hechos consumados... Hasta uno puede suponer que algunos de los nombres, de personas e instituciones, si se escarbara lo suficiente, son los mismos, persiguiendo los mismos objetivos, con métodos diferentes, pero con las mismas víctimas: laburantes inocentes que sólo querían ir de casa al trabajo y del trabajo a casa.

sábado, 25 de febrero de 2012

"Los perros de Riga", de Henning Mankell

Parafraseando a NK en su cumpleaños, un policía ordinario en circunstancias extraordinarias. Bueno, en realidad extraordinarias para Suecia, de donde viene Kurt Wallander, famoso por las series de TV, pero bastante ordinarias para Letonia en los tiempos de la caída del Muro, donde sucede el grueso de la acción. Complicidades entre criminales y ciudadanos con privilegios, que ocupan puestos de poder, tampoco resultan ajenos a nuestra realidad. Es interesante el paralelo que va haciendo este policía sencillo, eficiente, irritable (pero no irascible) entre su sociedad y la letona. Encuentra paralelos inesperados y diferencias aparentemente irreconciliables, pero sin juzgar y sólo tomando partido por encontrarse involucrado sentimentalmente.